divendres, 23 de març del 2007

Les reflexions platóniques de María

LA REALIDAD ABSOLUTA

Aunque es complicado de entender lo que os voy a explicar necesito que pongáis lo máximo de vuestra parte. Nosotros creemos saber la verdad y la realidad absoluta de las cosas. Creemos que nadie nos supera en conocimiento, pero estamos engañados.

Nosotros desde pequeños, mediante los sentidos, hemos creído saber como es todo lo que nos rodea, pero no es la realidad lo que nosotros vemos sino las sombras de ésta, es decir, nosotros vivimos en un mundo sensible, en el que lo único que vemos son objetos e imágenes que no tienen realidad y todo lo que nuestro pensamiento ha ido configurando como realidad es a causa del lenguaje.

Desde pequeños nuestros pensamientos los vamos formulando mediante imágenes y expresiones de nuestra lengua, por eso es muy difícil aceptar que todo esto que durante toda nuestra vida nos han enseñado no es una idea totalmente cierta, y es que nosotros nos encontramos dentro de una cueva y lo que vemos y aprendemos son simplemente reflejos y sombras que nos llegan del exterior, el cual es un mundo superior, inteligible, en el que aparecen todas las ideas absolutas. En él las ideas están por encima de todo, las ideas son la verdad, y cuando alguien consiga salir de esta caverna en la que nos encontramos y consiga entender esas ideas se convertirá en el gobernador más justo del mundo, ya que conocerá la verdadera realidad. Pero para conseguir esto se necesita estudiar matemáticas y tener un conocimiento muy amplio de éstas, ya que lo más cercano a las ideas absolutas son las matemáticas, porque nuestra realidad es cambiante y mutable, sin embargo las matemáticas no lo son, por ejemplo con el paso del tiempo lo que nosotros llamamos y conocemos como silla, puede cambiar y llamarse de otra forma, pero el número cuatro va a ser siempre el mismo valor, tanto aquí como en China, tanto ahora como dentro de 100 años. Por eso podemos decir que las matemáticas y las ideas están por encima de los objetos y las imágenes que nosotros vemos, ya que además antes de conocer éstas, tú conoces la idea, por ejemplo, tú para decir que un cuadro te parece es bello, tú tienes que conocer la idea de belleza, que claramente será distinta para cada uno. Por eso, fuera de la caverna, en el exterior se encuentra el bien y la verdad. Así pues uno que esté en el exterior al conocer el bien y la justicia actuará justamente.

Todo esto yo lo diría si tuviera que explicar a la gente lo que nos cuenta Platón, pero realmente no pienso que tenga razón, aunque tampoco se la quiero quitar del todo. Puede ser que nosotros no veamos las cosas como son, sino como nos las han enseñado, pero no pienso que por eso no estemos viviendo en una realidad. Nosotros nos hemos creado una realidad que puede que no sea la verdadera, pero para nosotros si lo es. De todas formas no creo que nunca lleguemos a saber cual es la verdadera realidad (sino es que vivimos en ella).