dilluns, 12 de març del 2007

8 de març: dia internacional de la dona treballadora (Carla).

Posición de la mujer en la actualidad
En España la situación de la mujer ha cambiado muchísimo con respecto de hace bastantes años.Hemos pasado de la absoluta desigualdad, hasta la casi plena equiparación. Y la mujer ha tenido un papel muy importante en este aspecto, aunque aún hay muchas cosas por hacer. Dos temas a destacar son, por un lado, los malos tratos: es importante que se consideren delitos de verdad, no problemas de carácter doméstico; y, por otro lado, la importancia de compatibilizar el papel de la mujer en el trabajo y como madre de familia, lo cual es duro porque significa que la mujer acaba teniendo el doble o triple de trabajo que el hombre.La mujer está llamada a desempeñar un papel clave en la sociedad, con sus funciones profesionales con las de madre y esposa. Un trinomio difícil de equilibrar al que sólo la sensibilidad y la capacidad femenina puede responder con excelencia. Llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu pueden ayudar mucho a que la humanidad no decaiga.Nos interesa recordarlo ya que ella puede, ahora, ejercer un influjo creativo, renovador, humanizador, en todos los ámbitos de la vida social: empresa, política, ciencia, medicina, educación, cultura, medios de comunicación, etc. El primer papel de la mujer en la sociedad es que sea ella misma. Con toda su identidad, con toda su feminidad. Es verdad que muchos sistemas y estructuras deben cambiar. Es verdad que todavía no se reconoce del todo que la mujer es necesaria en determinados ámbitos de la sociedad. Pero también es verdad que la mujer no siempre ha luchado por llegar a lo mas alto de las "cosas" sociales tanto que la mujer o se ha quedado al margen, o, cuando se ha metido dentro, llámese mundo profesional o político, lo ha hecho disfrazándose de hombre. Esta participación "directa" de la mujer en la sociedad, más allá del círculo familiar, de ninguna manera debe pensarse como algo obligatorio e indispensable para todas las mujeres. Habrá mujeres que desearán entregarse de lleno a su familia sin realizar ningún trabajo profesional fuera del hogar. Si la mujer siente que así está llamada a realizar su don de sí, debe hacerlo con seguridad y satisfacción. En esa misión de madre y educadora ella crecerá en toda su feminidad y se realizará como mujer. Obligar a la mujer a trabajar fuera del hogar sin permitirle opción sería concebir la realización de su identidad en términos de productividad y no de donación personal. Sin embargo, es ciertamente recomendable que, en la medida que sus obligaciones familiares se lo permitan, ofrezca su aportación a la sociedad colaborando en obras de solidaridad, moviendo el bien común y fomentando los valores humanos auténticos entre la gente que la rodee.¿El papel de la mujer ahora y siempre? Hacer de la Humanidad una familia y del mundo un hogar.